
Primero desapareció Bulgaria. Y a nadie pareció importarle. Una semana más tarde lo hizo Paraguay, y sus fronteras también se convirtieron en el borde limpio de un socavón de dimensión planetaria. La noticia no tuvo mayor repercusión. Siete días después, y ahora sí ante la consternación mundial, la Luna dejó de verse. Un disparatado comando de la CIA, digno de haber sido reclutado por ...
El universo de al lado
EDUARDO DEL LLANO