
Una amenaza recorre Madrid. Sin que nadie sepa por qué, las estatuas de la capital han abandonado sus pedestales, sobresaltando a pacíficos transeúntes o introduciéndose sin invitación en las casas de gente inocente. Los ministerios desmienten rumores que vuelan sobre las planas de los periódicos amarillos, y a menos que alguien intervenga con toda celeridad el asunto puede alcanzar dimensiones monumentales. Se trata del ...
El ejército de piedra
LUIS MANUEL RUIZ